INGREDIENTES:
ELABORACION:
Cortamos el ajo y la cebolla en brunoise finita; y la pochamos en aceite caliente, que se haga lentamente unos 20 minutos.
Para la besamel: En un cacillo calentamos la mantequilla hasta derretir; incorporamos la harina y rehogamos hasta obtener una pasta homogénea. Vertemos poco a poco la leche caliente, mientras mezclamos con una varilla.
Dejamos cocer a fuego medio 10 a 15 minutos, hasta obtener una salsa espesa. Ponemos a punto de sal, pimienta y nuez moscada. Reservamos.
Cuando la cebolla este marrón transparente, la dividimos en dos. En una de ellas, le añadimos 5 o 6 pimientos troceados (los que estén rotos o rajados). Rehogamos 3 minutos a fuego medio, e incorporamos el caldo y la nata. Dejaremos cocer a fuego medio durante 15 minutos. Una vez haya reducido y tengamos la textura de salsa ligera; trituramos y salpimentamos a gusto.
A la otra cebolla que hemos apartado, echamos el bacalao (previamente desmigado con las manos) y rehogamos a fuego, hasta que el pescado pierda la humedad; una vez rehogado el bacalao, incorporamos las gambas y el jamón troceado pequeño, rehogamos y sacamos del fuego. No salaremos el sofrito puesto que el bacalao y el jamón son muy salados.
A este sofrito de bacalao, le vertemos la besamel e integramos. Rellenaremos los pimientos con esta farsa, y cerraremos los extremos con un palillo para que no se salgan.
Sobre una bandeja de horno extendemos los pimientos y vertemos la salsa cubriéndolos. Espolvoreamos de queso y gratinamos a 230º hasta que el queso se gratine.
Presentar calientes, 3 ó 4 unidades por persona y regados con un poco de aceite verde de perejil o perejil espolvoreado.