Esta receta podría hacerse con bacalao ahumado si nos gusta mas.
Otra variante seria hacer un souffle de salmón fresco; en ese caso lo único que habría que hacer es sustituir el salmón ahumado por salmón fresco que precoceríamos previamente y mezclaríamos con un sofrito.
INGREDIENTES:
ELABORACION:
En un cazo poner la leche, la harina y la mantequilla a calentar. Remover con unas varillas para que se disuelva la harina y no se formen grumos. Añadir el queso crema, revolver hasta tener una mezcla homogénea.
Separar las yemas de las claras, e incorporarlas en la crema anterior. Añadimos el salmón cortado en trocitos (reservando unas tiras par la presentación) a la crema. Dejar que espese ligeramente sin que llegue a cuajar. Añadir la cucharadita de zumo de limón y rectificar de sal y pimienta.
Engrasar seis ramequines resistentes al calor con mantequilla. Mientras, montar tres claras de huevo con una pizca de sal, hasta que estén a punto de nieve.
Una vez montadas las claras, incorporar la crema (templada para que no bajen las claras) poco a poco. Rellenar los moldes y colocarlos en una bandeja metálica con agua hasta la mitad y ponerla encima de la bandeja del horno. Hornear durante 30 minutos 180º, pasado ese tiempo las sacamos del baño María y seguir horneando otros 10 minutos tapadas con papel aluminio para que no se doren (estarán listos cuando se clave un palillo y salga limpio).
Servir en el mismo molde, con un unas tiras de salmón ahumado decorando encima.
Se puede acompañar con una ensalada de escarola con rábanos y con una vinagreta de cebollino (1/4 cebollino triturado, 1/3 vinagre y 2/3 aceite oliva virgen extra).
[Si los quisiéramos congelar, después de los primeros 20 minutos, retirarlos del horno, los dejamos enfriar y envolvemos los moldes en papel de aluminio, conservándose hasta seis semanas en el congelador. El día que los vayamos a tomar, los sacamos un rato antes, les daríamos otros veinte minutos de horno a la misma temperatura y listos para degustar]