Plato típico de la cocina Italiana, tal y como indica el nombre concretamente de la región Siciliana.
Como es de esperar en la cocina italiana predomina la albahaca y la mozzarella.
INGREDIENTES:
Salsa de tomate:
ELABORACION:
Lavamos la berenjena y la cortamos en tiras de 1’5 cm. de grosor. Les espolvoreamos con sal y las ponemos en una bandeja, unas encimas de otra, con peso encima, para que suelten el exceso de agua.
Para la salsa de tomate: Cortamos la cebolla y el ajo en brunoise finita, la pochamos hasta que la cebolla se ponga marrón transparente. Incorporamos los tomates lavados y cortado en trozos, y rehogamos a fuego medio durante 20 minutos.
Cuando el tomate se ablande y adquiramos una textura de salsa, pasamos por el pasapurés (cuanto mas se triture la salsa de tomate, más pierde color).
Le añadimos un poco de tomate frito, para potenciar el color y el sabor de la salsa. Rectificamos de sal, pimienta y azúcar. Reservamos.
Una vez que la berenjena haya soltado el agua, la secamos y la cortamos en cuadrados del tamaño de un dado. Las pasamos por harina y las freímos hasta que queden bien doraditas y crujientes.
Una vez echa toda la berenjena, en un bol, la mezclamos con la mozarella cortada del mismo tamaño. Le vertemos la salsa de tomate hasta obtener una farsa homogénea pero ligera, no tiene que estar muy apelmazado ni muy ligera.
Salpimentamos y añadimos el orégano. Metemos al horno 10 minutos a 180º, hasta que la mozarella se empiece a deshacer.
Serviremos caliente, con un poco de albahaca fresca picada en el último momento.
[Podremos decorar con aceite de albahaca para potenciar el sabor. Para ello, licuamos la albahaca y lo mezclamos con aceite de oliva hasta obtener el color y la textura deseada]
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