Llegamos a la décima tarta fondant. Y a cada paso que se va dando, ella conlleva una evolución.
De empezar con sencillas tartas cubiertas casi únicamente de fondant y algún elemento decorativo con letras, he llegado a este nivel (novato aun me considero) en el que dedico mas dedicación y detallismo.
Así pues esta tarta, sin desmerecer al resto, que me han llevado a esta evolución es la mas detallista y compleja.
Lo que también destaca esta tarta del resto de elaboraciones anteriores, es conjugar dos temáticas; pues lo cierto es que esta tarta por encargo, fue con motivo de la celebración de dos cumpleaños. Ambos de los 60 años, por lo que es una celebración doble en una misma tarta, y por ese motivo la tarta tiene dos motivos o escenarios diferentes.
En un lado de la tarta se destaca por la temática de carreras. Esto es debido a que uno de los homenajeados había sido piloto de carreras locales y como sorpresa se le decoro la tarta con un un breve circuito de carretera.
Para darle el toque característico se realizo una figura de un Renault 8Ts, primer modelo que condujo y del que guardaba gratos recuerdos.
En la otra mitad de la tarta, y para el otro homenajeado (cuñado del conductor) al ser ávido cazador y entusiasta, su decoración se baso en el campo, rodeado de pinos y piedras.
Destacando la figura del cazador, que como toque humorístico me base en el famoso personaje "Helmet, el gruñón" de los Looney Toones.
En el corazón de esta tarta un esponjoso bizcocho de vainilla, acompañado de una crema suave de vainilla. Deliciosa y sencillo interior frente a la complejidad del exterior.
Orgulloso absoluto de la elaboración de esta tarta, pues me he centrado mucho en detalles, tales como: los neumáticos de la carretera, los semáforos de competición que adornan el lateral, las vallas de carretera, los pinos y las rojas no solo moldeadas con fondant sino pintadas a mano para darle mas realismo.
Otro detalle de los que mas me han entusiasmado (aparte de las evidentes figuras principales) son el decorado lateral de la tarta; en una parte simulando la tela de camuflaje de caza, y en la otra un mosaico de una bandera de competición.
En definitiva un duro y largo trabajo con una gran recompensa final; que no solo ocasiono una gran alegría y sorpresa a los cumpleañeros, sino a este humilde y neófito repostero.