He aquí uno de los platos por excelencia de la cocina francesa.
Si bien la quiché lorraine original lleva tocino y panceta, por lógica saludable he decidido sustituirlo por bacon y añadirle champiñon que la hace mas ligera, puesto que no olvidemos que ya de por si la masa lleva manteca de cerdo ademas del relleno de huevos y nata.
INGREDIENTES:
Para la masa:
ELABORACION:
Para la masa: Colocar la harina en un cuenco y agregar la manteca blanda en trocitos. Ir trabajando con las manos para formar una masa homogénea que va a tener la textura similar a la arena. Añadir entonces la yema de huevo y el agua (si fuera necesario).
Tiene que quedar una masa compacta. En un molde redondo extender la masa que previamente habremos estirado con las manos (no os preocupes si se rompe, puesto que esta masa es muy frágil). Extender con las manos de forma que cubramos todo el molde (ancho y bajo) y dejándola fina, de 3 o 4 mm. de grosor. Pinchar el fondo con un tenedor, y dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos.
Por otro lado, hacemos un sofrito con el ajo y las cebollas hasta que estén bien pochadas. Añadimos el champiñón y rehogamos hasta que pierda toda su humedad. Por ultimo salteamos el bacón en trocitos y salpimentamos.
En un bol vamos a mezclar la nata, los huevos, el queso rallado y el sofrito anterior. Tiene que quedar una crema homogénea, salpimentamos.
Verter la pasta en el molde sobre la masa que ya preparamos. Agregar por encima unas laminas del bacón y del champiñón cortado en tiritas muy finas (y si queremos ligeramente salteado, aunque no es indispensable).
Metemos al horno a 200º unos 30 a 40 minutos, controlando para que no se queme ni por arriba ni por abajo (lo sacaremos cuando al introducir una puntilla, esta salga limpia y seca).
Dejaremos templar la quiché, y desmoldaremos. Y se podrá servir tanto fría como caliente.