Al igual que los buñuelos de viento, he aquí otra receta dulce de semana santa. Por no decir el postre por excelencia en estas fechas.
Perfectas para acompañar con un vaso frío de leche.
Si queréis otra variante de las torrijas, para sorprender, podéis hacer unas torrijas de chocolate. Que las disfrutéis.
INGREDIENTES:
Almíbar de miel:
ELABORACION:
Para el almíbar: En un cacillo ponemos el agua y el azúcar a fuego hasta obtener un almíbar ligero. Incorporamos la miel y le añadimos 1 cucharadita colmada de canela en polvo. Mezclamos y dejamos a fuego medio hasta obtener la textura densa de un sirope. Reservamos.
Para hacer las torrijas, primero ponemos en una cacerola le leche junto con la canela en rama, el azúcar y la piel de naranja y del limón; sin el ceste (la parte blanca de la naranja y el limón). Ponemos a calentar la leche unos 15 minutos hasta que se infusione; colamos para quitar las cáscaras y la canela y dejamos que se entibie.
Sobre una fuente colocamos las rebanadas de pan. Le echamos un cazo de la leche de forma que empape cada rebanada de pan. Les damos la vuelta al pan y volvemos a repetir el proceso. Las torrijas nos deben quedar blanditas, de forma que si las sujetamos con unas pinzas se doblen, pero no se partan.
Una vez bien empapadas y blandas las torrijas, espolvoreamos con canela en polvo, las pasamos por huevo batido y las freímos en abundante aceite hasta que se doren. Las sacamos a papel absorbentes y seguidamente les espolvoreamos con azúcar para que cristalice y se forme y ligero crujiente en la torrija.
Serviremos las torrijas templadas o frías, acompañadas de un vaso frío de leche merengada o de chufa. El almíbar se añade a gusto de cada persona, si no se quiere, quedan muy bien sin el.