Aquí queda mi receta favorita para la salsa barbacoa; a pesar de que la receta del costillar y de las patatas rellenas, llevaban salsa barbacoa; para mi esta receta de salsa barbacoa se lleva la alfombra roja... y nunca mejor dicho.
Creo que lo mas importante de esta receta de origen americano, es que al comerte dichas alitas, halla mas salsa en tus dedos y en el contorno de la boca que en la propia alita. Lo cual indica que ha salido bien rica. Disfrutadlo.
INGREDIENTES:
ELABORACION:
Primero haremos la salsa barbacoa. Para ello, rallamos la cebolla y el ajo hasta obtener un puré.
En una sartén con aceite en templado incorporamos la cebolla rallado y dejamos que se vaya pochando lentamente a fuego medio, hasta que adquiera un color oscuro (sin que se queme).
Una vez pochada la cebolla, incorporamos el vinagre, la miel, la mostaza y la reducción de carne e integramos. Por ultimo incorporamos el ketchup y el tomate frito; que es la que nos dará el color característico de la salsa barbacoa.
Probamos de sal y pimienta. Si vemos que la salsa le faltase algo de sabor podemos añadirme un poco más de salsa de carne e incluso algunas gotas de tabasco para darle un toque picante.
Con las alitas de pollo limpias; salpimentamos y enharinamos ligeramente, de esta forma quedaran más jugosas por fuera y crujientes por fuera.
Freímos en abundante aceite caliente hasta que adquieran un color doradito.
Pintamos con la salsa por ambas caras, las alitas de pollo previamente marcadas; y las extendemos (con la parte mas bonita hacia abajo, puesto que luego se les dará la vuelta) sobre una bandeja de horno con papel vegetal. Metemos al horno a 200º durante 10 minutos. Pasado este tiempo les damos la vuelta, y volvemos a pintar con la salsa barbacoa y dejamos otros 10 minutos.
Las alitas deben quedar muy jugosas por dentro, quedando la salsa caramelizada. Y ya solo queda chuparse los dedos.